El Ángulo del Durazno | Disfrútalo sin empalagarte

1:20:00 p.m. Unknown 0 Comments

-        - ¡Quiero morderte el durazno!... Que rica frase;  que ronda, en muchos miles de textos que hablan del extasis, del amor, del sexo, de la unión de cuerpos, pero sobre todo… de la mujer enamorada.-




Así hablaba mi maestro de literatura, Don Arnuldiano, mientras ojeaba un libro que tenía en la portada a una mujer completamente de espaldas semidesnuda, como incitando a todas nuestras almas pubertas a fantasear con aquella chica; que más que repulsiva, era una diosa sin nombre.

-       - El ángulo del durazno,- siguió hablando el profesor.- es muy sencillo de entender compañeros…, es que todas las chicas, cuando sienten un amor intenso, profundo y ardiente; siempre tienen la necesidad y el deseo de arquear la esplada; o sea que  se voltean e inclinan suavemente su cadera mostrando su sexualidad en todo su esplendor.-



Cuando terminó de decir aquellas palabras era evidente que toda la clase quedó en silencio, nadie si quiera se atrevía susurrar absolutamente nada... Un ambiente extraño se respiraba en ese salón de clases preparatorianas, donde todos los que estábamos adentro, sabíamos que ese día nuestra vida cambiaría.

Hasta muchos de mis compañeros que se consideraban Tahúres en el arte sexual, ni siquiera les pasaba por la mente que era aquella frase , o significado, o descripción  de:– El Ángulo del Durazno.-, hasta cierto punto resultaba cómica, pero la chica de la portada borraba cualquier sonrisa para convertirla en deseo sexual.

En ese momento nuestro maestro Arnuldiano, que como ya se abran dado cuenta era muy explicitó para dar su clase; de su maleta saco una bolsa llena de duraznos, y a cada uno de nosotros nos dio uno, y comenzó a hablar.


-      - Antes de que se coman esa fruta prohibida quiero que la vean y exploren detenidamente, poro por poro, ángulo por ángulo... (después de un lapso de meditación prosiguió). Se dan cuenta que esa fruta es como si la chica de sus sueños, en esa noche mágica, llena de descontrol y desnudes, empinara ligeramente sus pompis, suplicando que esa noche de pasión no termine.-

En ese momento de lucidez estudiantil, descubrimos que esa pose femenil, que a muchos nos había enviciado, tenía un nombre dentro del albur y era llamada: EL ÁNGULO DE DURAZNO


¿Y TU COMO DESCUBRISTE ÉSTA POSICIÓN?

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